jueves, 3 de agosto de 2017

MAMÁ

Estoy consciente que hay muchas madres de familia en el mundo que enfrentan día a día dificultades para sobrellevar la crianza de sus hijos.
Nadie ha dicho nunca que la maternidad es fácil, nadie ha dicho nunca que tu vida se vuelve liviana, sin preocupaciones. Todo lo contrario.

Antes de dar a luz a mi hijo, recuerdo una tarde acostada en la cama, mi esposo no estaba en casa y había silencio. Ni un solo ruido.
Pensé, que ese silencio, esa tranquilidad y paz que sentía en mi interior iba a ser interrumpida por llanto, gritos, risas. Disfruté ese instante como si hubiera sido el último, porque sabía que mi vida iba a cambiar completamente con la maternidad.

Ya desde el embarazo comienza el trayecto hacia la materninad, hacia la crianza y la toma de decisiones. Los cambios que se sufren, físicos y emocionales, esos cambios que te marcan de por vida, que te transforman como mujer, como humano.

Qué difícil es conciliar el sueño en el embarazo, ninguna posición parece cómoda, tenía dolores de espalda muy fuertes, las piernas hinchadas y el bebé se movía bastante durante la madrugada. Al final si había dormido 4 horas estaba contenta. Las últimas semanas de embarazo parecen eternas. Si estaba mucho tiempo parada me cansaba, sentada también. No hallaba mi lugar en ninguna parte.

Recuerdo (y siempre lo haré) las DOLOROSAS contracciones. Sin duda ha sido el dolor físico más grande que he experimentado. Qué feo, que minutos tan largos parecen ser. Y de pronto, la calma después de las contracciones. Qué locura  y qué belleza es la naturaleza de la mujer.
Y después que el bebé ya está en este mundo, empieza lo interminable, el papel de ser mamá.

Siempre pensé que muchas madres exageraban un poco con ese rol de "mamá luchona" y que "sólo una madre sabe que..."
Creo que hay cierta razón en todo esto. Ser mamá es un cambio a tu persona, a tus hábitos, tus gustos, tus prioridades, preocupaciones. Es un papel constante, de aciertos y de errores. De momentos de ansiedad y de inmensa felicidad.

Elegí ser mamá, y no es lo mejor que me ha pasado en la vida, porque aun me falta experimentar muchas otras cosas. Pero sí puedo decir que todo por lo que he pasado ha valido la pena. Tengo un hijo a quien amo y por quien me esfuerzo en ser mejor persona, mejor mamá.



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